Mientras las elecciones andaluzas marcaban el mes de marzo en lo político, las calles han seguido siendo un lugar de reivindicación social. Las urnas se cerraron pero las calles siguieron abiertas a la lucha.
AtaqueALosCSOAS
Este mes se cumplía el plazo para el desalojo del espacio polivalente autogestionado Patio Maravillas y se llamó a la resistencia para poder frenarlo. Medio millar de personas se concentraron frente al edificio para evitarlo. Al grito de “La lucha sigue, el Patio Vive” -Javier Gallego le dedica un reportaje en la edición impresa de La Marea- consiguieron frenar el desalojo, con la mosca detrás de la oreja sabiendo que, en cualquier momento podrían volver a intentar echarlos.
El mes de marzo se cerraba con la noticia de la redada con registro y detenciones en distintos centros sociales del Estado. Las redes sociales arden en solidaridad con la treintena de personas detenidas, acusadas de organización criminal con fines terroristas. Según el comunicado del Centro Social Ocupado Autogestionado La Quimera del barrio madrileño de Lavapiés, “desde las 6:30 de la mañana ha sido asediada, y tras destrozar la puerta, registrada durante horas sacando material perteneciente al centro social y a los colectivos que le dan vida”. Por la tarde se convocaron distintas manifestaciones en repulsa por lo ocurrido exigiendo la puesta en libertad de los detenidos y el fin de la represión y persecución política.
Pan, trabajo, techo y dignidad
Decenas de miles de personas volvieron a encontrarse un año después del #22M en las calles de Madrid pidiendo “pan, trabajo, techo y dignidad”. Mientras Andalucía reflexionaba y el resto del Estado miraba expectante al sur, fueron muchos los que a pesar de la lluvia desplegaron sus pancartas y su dignidad por las calles de Madrid. La marcha terminó sin incidentes, pero más tarde se repitió el estado de sitio por el centro de Madrid, con numerosas detenciones y heridos, quedando así un tono agridulce como en tantas otras ocasiones.
Botella, culpable
Se presiona desde abajo para cambiar lo de arriba. Eso fue lo que ocurrió cuando un grupo de personas saludaron a Ana Botella en un acto en el que se encontraba presentando algo que quedó completamente relegado a un segundo plano. Se desplegó una pancarta en la que se podía leer “Botella Culpable”, debido al derribo del edificio de Ofelia Nieto para llevar a cabo un planeamiento urbanístico aprobado por el Ayuntamiento de Madrid. Los asistentes caldearon el relaxing cup y pidieron justicia para la familia Gracia González, que se quedó en la calle tras la expropiación del inmueble.
#JoTambeEstavaAlParlament
No nos olvidamos de Barcelona y de la concentración que tuvo lugar bajo el lema/hashtag #JoTambeEstavaAlParlament. Un grupo numeroso de personas acudieron a la Generalitat para mostrar su descontento por la sentencia del supremo que condena a 8 personas a 3 años de prisión por protestar frente al Parlament en junio de 2011. "Jo també estava al Parlament, i ho tornaria a fer", se auto inculpaban así los asistentes, mostrando su descontento por una sentencia que consideran fruto de la represión contra la protesta.
Nos amordazan
Finalmente ocurrió. El partido del poder decidió aprobar la Ley Mordaza de espaldas a la ciudadanía. Movimientos sociales, organizaciones de derechos humanos, ONG y diversos juristas participaron en un acto de rechazo de las “Leyes Mordaza”, que incluyen la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, la reforma del Código Penal y el pacto antiterrorista firmado por el Gobierno con el PSOE. Por su parte, la ONU ya ha pedido a España que retire la Ley, ya que "amenaza con violar derechos y libertades fundamentales de los individuos" y "socava los derechos de manifestación y expresión" en el país.
Termino de escribir estas líneas sabiendo que la movilización seguirá, y debe hacerlo, por muchas mordazas que intenten ponernos y por muchas casas que intenten cerrarnos.
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